Lo sabemos, los conceptos no están claros y nos pica en la parte de atrás del cerebro. Hay mucha confusión cuando se nombran los términos “merchandising” y “regalos promocionales” y, cada vez que notamos que son mal empleados, nos sentimos un poco responsables por ello. Claro, somos líderes de un sector que no se ha encargado de comunicar bien las cosas. Por eso, sentimos la obligación de escribir este post para que las diferencias entre estos dos conceptos queden claras de una vez por todas. Allá vamos.
¿Qué es “merchandising para empresas”?
Y así de rápido nos estrellamos con la primer pared, porque sobre esto también hay malos entendidos. No es lo mismo el merchandising como estrategia de marketing utilizada para aumentar las ventas de un producto en articular que el merchandising como producto en sí. Parece algo confuso, pero veamos las diferencias:
Merchandising como estrategia
En pocas palabras, el merchandising es el conjunto de estrategias de marketing utilizadas para optimizar las ventas de un producto. Como ejemplos podemos citar la posición de los productos en góndola, la iluminación, la utilización de los sectores fríos y calientes de una tienda, etc. Y no vamos a explayarnos más, ya que si estás leyendo esto es probablemente porque a esto lo tienes más que sabido.
Igual, si quieres leer más sobre el tema, la plataforma Hotmart tiene un muy buen post que puedes ver aquí. Ahora pasamos al segundo punto.
Merchandising como producto
No se sabe muy bien en qué momento sucedió, pero el término merchandising se imprimió directamente sobre los productos como el logotipo de una marca. Y sí, esto es una analogía. Déjanos explicarlo mejor.
En el mundo de habla hispana, el término merchandising se adoptó como aquellos productos creados para comercializar y aumentar la rentabilidad de una marca mediante el uso y explotación de su imagen.
O sea, una marca X toma un producto, le imprime su imagen, lo vende y genera ingresos gracias a esto.
Simple.
Pero ejecutar una campaña de merchandising tiene una condición fundamental para que sea exitosa, y la explicaremos porque ahí radica la diferencia con respecto a los “regalos promocionales”:
El producto + marca tienen que servir como icono, como una representación que permita al público objetivo relacionar ese objeto con algo que va más allá de la marca en sí.
Veamos un ejemplo:
Si te ofrecemos un imán ahora, uno simple, negro, sin nada, ¿lo comprarías?
No nos respondas.
Pero si en cambio ese imán tiene impreso una bonita foto con el logo de esa atracción que disfrutaste en tus últimas vacaciones, entonces ya no es solamente un imán, ¿verdad?
Cada vez que lo veas te traerá recuerdos sobre esa experiencia, entonces deja de ser un simple imán.
Cuando compras un producto de merchandising de una empresa no estás comprando el producto en sí, sino lo que ese producto significa para ti.
El Auditorio de Tenerife realizó una acción con productos de merchandising para que sus espectadores revivan la magia y el encanto de sus funciones cada vez que se sirven una taza de café.
Merchandising Auditorio de Tenerife por Below.
Vamos entonces a este siguiente concepto.
¿Qué es “regalos promocionales para empresas”?
Son productos con la imagen de una marca, pero la diferencia es que se entregan como regalo a los potenciales clientes como parte de una estrategia de comunicación.
La finalidad de los mismos no es generar ingresos mediante su comercialización, sino que el retorno de inversión será de la misma forma que en una campaña publicitaria: impulsando la compra del producto o servicio que ese objeto está comunicando.
Y sí que tienen retorno.
De hecho son una de las formas de comunicación más efectivas, frente a la TV, prensa, radio y online.
O sea, tienen el objetivo de generar ventas mediante la interacción de los potenciales clientes (o buyer persona) con la empresa por medio del tacto, la visión, el olfato y la experiencia. El objeto.
De esta forma, cuando ellos se encuentren frente a la decisión de compra, muy probablemente terminen eligiendo la marca que los acompañó o sirvió de ayuda en determinado momento.
Por ejemplo, un director de marketing que se fue de excursión a la montaña con la compañía de su kit de Binter, seguramente cuando tenga que realizar un viaje, la compañía hará un “pop up” en su mente.
Regalo promocional de Binter por Below.
El principio que rige estas acciones es crear una relación con las personas para luego generar un negocio. Y los productos promocionales para empresas son expertos en lograrlo.
Entonces ¿Cuál es la diferencia entre “merchandising para empresas” y “regalos promocionales para empresas”?
Veamos. Mientras el merchandising busca generar ingresos mediante la conexión del “usuario” con una experiencia, los regalos promocionales utilizan la experiencia del potencial cliente con el producto para conectarlo con la marca…
Para dejar los conceptos más claros es mejor ver las diferencias en una tabla.
Desde ahora, recuerda por favor que cada vez que utilizas estos conceptos de forma incorrecta, uno de nuestros consultores sufre un micro infarto.
Entonces, ya sea que buscas realizar una campaña con merchandising o con regalos promocionales hay muchas cosas que te recomendamos tener en cuenta y puedes leer sobre algunas de ellas en estos artículos:
“Por qué debes recurrir a un consultor antes de comprar regalos promocionales”
“7 formas de ahorrar dinero en tu campaña de merchandising”
Si lo que necesitas es la completa seguridad de contar con la empresa líder, entonces puedes visitar nuestra web o contactarnos aquí. Estaremos encantados de asesorarte para lograr una campaña exitosa.Lo sabemos, los conceptos no están claros y nos pica en la parte de atrás del cerebro. Hay mucha confusión cuando se nombran los términos “merchandising” y “regalos promocionales” y, cada vez que notamos que son mal empleados, nos sentimos un poco responsables por ello.
Claro, somos líderes de un sector que no se ha encargado de comunicar bien las cosas.
Por eso, sentimos la obligación de escribir este post para que las diferencias entre estos dos conceptos queden claras de una vez por todas. Allá vamos